QUE NO ME PINTO LAS CANAS

Con motivo del Premio de "Por los mayores" que me entregan hoy
me permito colgaros este canto que publiqué hace ya unos años. 

Mi Beli, la más chica,
la flamenca, la que me dice papá.
Los grandes... los grandes me dicen viejo
y a mí... no me  sienta mal.

Que yo mismo no me engaño
David y Carlos dos hombres
y la Inma una mujer
y yo multiplico años
pá algunos casi por tres
y por mi Beli por cuatro.

Me dice mi flamenquita:
pinta tus canas papá
que tú eres aun muy joven
y así lo parecerás.

Que no Belita que no
que estas canitas reflejan
el tiempo que me pasó,
del camino recorrío
que no fue mu pedregoso
pero largo si que ha sío.
Las canas pa que pintá
ni estirazá las arrugas,
ellas no me desaniman
porque yo si que pasé
de los cuarenta parriba.

Y si me pongo la gorra,
no es por taparme la calva,
que eso... tampoco me importa
es que puesta a lo Marchena
parece que  se ve bien
con lo de la yerbagüena.

Y que no es malo tené
canas, arrugas y calva
si sabes llevarla bien.

Y es que la yerbagüena y la gorra ya no me “jayo” sin ella, y a lo mejor me paso alguna que otra vez, porque en to los sitios no se debe estar con la gorra puesta. El otro día mi amigo José María Guadamuro (RNE) me dijo:  Antonio, ha tenido que ser en el  cementerio para que te vea sin la gorra puesta.                    
Esto para mi Inma que me dice “viejo” exagerado ... cuando  voy a salí y ve que el ramito de yerbagüena parece más bien una pañeta. Lo que pasa es que a más  de uno  le gusta y hay que darle un tallito por ejemplo  ; a Camacho el de la Peña Trinitaria (que canta por Palanca que da gloria),, y a Cati esa flamenca (compañera en la Peña Juan Breva) y a ese malagueño de Andar por Málaga, Manolo Merchán, hay que darle un ramito siempre que nos vemos y a otro amigo Gonzalo Fausto, buen periodista y mejor persona, (el de Cartas al Viento).                            

Ya lo sabes INMA nueva
que por mu grande que sea
el “manojo” en el bolsillo
si no lo administro bien
se quéa mu chiquitillo.

A propósito de la yerbagüena, o sin a propósito os cuento una anécdota para mi entrañable, que me ocurrió en calle Nueva. Había estáo en el programa de radio “La tierra, sus cosas, su gente” ( de ese malagueño de Villa Nueva del Trabuco, Ángel Romero, con esa forma que tiene tan sencilla y tan bonita de hacer radio). Yo le había contáo  lo DEL DINERO PÁ EL CASORIO y leído algunas poesías, él había hecho referencia a mi figura parece que salió bien y como decía iba por la malagueña calle Nueva como siempre con mi gorra y mi “yerbagüena” a esto que se me acercó una señora algo mayor que me dijo: ¿tú eres el que ha estáo en la radio con el chico ese Ángel Romero? asentí  con la cabeza y la voz y me dijo: que Dios os bendiga a los dos, déjame que te de un beso, me dio dos.                            

Dos besos que me supieron
a canela y azuquita,
me pareció que salieron
de labios de mi viejita,
esa que yo tanto quiero.

Por siempre señora mía
que Dios también la bendiga
pues personas como usted
son las que a seguir me animan.

Así que Belita guapa
como llevó su sombrero
mi tío Antonio Lucena,
llevaré mis arrugas y mis canas
mi gorra y mi yerbagüena.

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