PRIMERO LOS VERDIALES





Es en la “Fiesta”, un puntal
gentilicio, “Majallana”,
simpatía, humanidad
que toca, que canta y manda.
¡¡ un Maestro al enseñar!!

Y a Antonio Luque, presente
en la Fiesta siempre está
entrañable, competente
con su Radio Pinomar
llevándola a los cinco continente
a quien en la Fiesta no este.

Tu sabes, y si no lo sabes te lo digo yo, que algunos de los que siempre han escrito de flamenco y de sus orígenes, suelen decir que el primer cante y el primer cantaó fue de “allí”, de su pueblo, del de ellos. Pos bien, como según también está escrito, al parecer, el más antiguo cantaó de flamenco conocido fue malagueño, concretamente, de ese bonito pueblo que es Comares, que hasta tiene su estilo propio de verdiales. Este cantaó se llamó “Junquito de Comares”
.
Uno más de Andalucía
Comares, ceca de Dios,
Atalaya en la Ajarquia
de ti el primer cantaor
por Junquito respondía.
Cuentan que con buena voz

Yo, arrimando el ascua a nuestra sardina, ¿¡aónde mejón!?, empiezo diciendo:

Si soy el primer cantaó
del flamenco conocío
vía empezar por verdiales.
¡Cante bonito y bravío!

Asín le escuché exclamar
a Junquito el de Comares
explicándolo, además.

Primero, los verdiales
que la nana ya vendrá ,
la caña y otros cantares.

Endeje Almargen hasta Maro
deje Archidona a Estepona
se cantan y se cantaron.
¡Que Málaga es cantora!

Como olivos centenarios
enraizados a la tierra
sus hombres extraordinarios
el verdial en sí lo llevan.

Lo que no dijo Junquito,
ni yo me podio enterar,
si primero fue la copla
o fue primero el cantar.

Y esto sí que viene a cuento,
ya que voy a hablar de las coplas,
y el porqué las coplas fueron,
que todo tiene un porqué

Y como yo soy coplero
aunque cantarlas no sé
pa eso están lo fiesteros
que sí que las cantan bien

Ya, sin más trabalengüero,
aquí va mi placer,
que no será el más certero,
¡pero mío sí que es!

Pienso que si a los verdiales se le entendieran bien las coplas, ayudarían a crear más afición hacia la fiesta, porque las letras ¡son tan bonitas!, pero es que hay que estar mu metío en la fiesta para enterarse de ellas. Pero por otro láo quizá tenga que ser así, pos los verdiales son participación y si tié que haber más pandas, pos que las haya, que de lo de Dios ..., ¡mientras más mejón!
A mí me costó mucho trabajo enterarme de una copla preciosa, exagerá. Dice así:

El día que me aparté
de tu carita divina
más lagrimas erramé
que lleva el Guadalmeína
el año que da el llové

Te apunto unas cuantas coplas que aunque tienen su explicación y son tantas y tan descriptivas, que ese güen fiestero que es mi amigo Hilario el de Comares, el otro día me dijo más de quinientas



Te contaré la historia de la primera:




Resultó que en aquellos años malos, Salvorillo Gómez había medio cebáo
un guarrillo con cinco arrobillas y media , no llegaba a las seis. Dispuso la matanza como si el guarro hubiera sío de veinte arrobas.
Salvorillo, mu aficionao a la fiesta, convió a cuatro o cinco fiesteros, entre ellos.

A Paco Doblas
güen fiestero y cantaó
y levantaó de coplas.

Que sacaba las coplas al momento. Josefilla Rando, la mujer de Salvorillo, con aquel guarrillo tan chico quiso jacé una matanza “en regla”, vamos : salchichón, chorizo, morcilla...



Decía:
Que una matanza bien jecha
tiene que tené de tó,
lomo en manteca, costilla,
longaniza, salchichón
y lo menos una patilla,
hay que dejá pá jamón.

... y hasta el molcón lo dejó pal callo, pá comérselo en Pascua Reyes. Y hasta dio un presentillo a los más allegaos, que consistió en una morcilleja chicuela y blandunga, un cachito tocino y un peazito magro

No hay que decir que lo primero que jizo, na más abrir el guarrillo fue echarle un trocito de azaúra y magro al gato, que era como un ritual en las matanzas.
Tos estaban pendientes del gato, que si no se moría pronto era señá de que el guarro no tenía la “trinchina”, la Triquina, y se podía comer.
Güeno , pos Paco Doblas, al coger la morcilla, enseguía le levantó la copla:

“Válgame Dios Josefilla
la morcilla que has dáo
que además que es menuilla
parece que las llenáo
con agua de la alberquilla”.



Y ahora, un brazao coplas más:



“Mira, si vas a Lo Flejos
le dices al capataz
que tiene un niño mú feo
y que no lo saque más
por las tardes de paseo”

“Al terminar la bará
en el Lagar el Abogáo
nos pusieron de cená
un gazpacho mú saláo
y unos jiguillos detrás”

“Para que vienes a verme
con el caballo emprestáo
si sabes que no te quiero
ni subío ni abajáo”.

“Tienes una cinturita
que anoche te la medí
con la cinta de mi burra
y anduvo tarín barín“



Esta copla, la voz inconfundible de esa reliquia que nos queda, la entrañable Jimena de Coín, la dice así:



“Tienes una cinturita
que anoche te la medí
con vara y media de cinta
catorce huertas le di
y me sobró una poquita”.

Y ahora una copla que relata una mala faena que le jicieron a Frasquito Rando, un güen hombre de cerca de Olías.



“Valiente puñetería
jicieron con aquel santo
lo llevaron a Almería
y lo cargaron de espartos
al amanecer del día”.

Y más coplas
“El aguardiente me gusta
el vino también lo bebo
las mujeres no me dijustan.
Yo me parezco a mi agüelo
que tos las frutas le gustan”.

“Tan solo en el mundo hay una
con quien poder compararte
y la encontré por fortuna
en los llanos de Alfarnate
ajozando en una laguna”.

“Yo le regalé a mi novia
un pañolito de sea
y ella me regaló a mí...
un gazapo sin oreja”.

Tu no te engallares más
que tienes poco salero
que tu no vales un real
ni te he querío ni te quiero
ni te voy a querer jamás.

“Sigue bailando elegante
mientras te canto esta copla
echa muanza bastante
que mientras tenga boca
no ha de fartá quien te cante”.

“Hasta mentira parece
que un sueño busca otro sueño.
Yo ensoñé que te quería
y endeje entonces no duermo
ni de noche ni de día”.

“Tienes unos ojos niñas
que parecen dos estrellas
yo quisiera ser tu cielo
para que en mí los pusieras”.

“¡Quien juera pollo en tu casa,
señorita por un mes
que to el día se me juera
pío pio tras de osté!.”

“Ahora si que voy de veras
a pasar penas por ti
quiera tú madre o no quiera
en diciendo tú que sí
salga el sol por Antequera”.

Estos eran dos mú fiesteros pero también mú cobardes, Paco Terrones y su hijo Juanillo. Entre unos cuantos organizaron una fiesta y cuando estaba más animá armaron un cisco gordo, fingieron una pelea y apagaron la luz. Padre e hijo se “perdieron” y esta fue la copla que le cantaron.
“Llorando y moqueteando
en la cuadra se metió
Paco Terrones llorando
¡Juanillo mío való!
Padre, si me estoy ca...do”.

Oliendo a flor de romero,
Carmela, cuando te veo,
chiquilla lo que te quiero
ni yo mismo me lo creo.

Así que:
Al estilo de Comares,
de los Montes o Almogía,
venga fiesta Verdiales
hasta que amanezca el día.

Peña Juan Breva, Diciembre 1985


A MI AMIGO ANDRES JIMÉNEZ DÍAZ

Por ser.
Un flamenco cabal,
güen amigo y güena gente
y un poeta excepcional,
que en la fiesta ha jecho puente
de lo antiguo a lo actual.
¡Hay que beber en esta fuente!.

Con la Fiesta y con su gente
en ca momento y lugá
nuestro Andrés siempre presente
yo quiero con mi cantá
darte un abrazo mu fuerte.
Te mereces mucho más.

Por tanto como le ha dáo
a los Verdiales, Andrés,
las coplas que ha incorporáo
a la fiesta y fiesta ser
mi cantar emocionáo
en su honor es para él

Nadie pue enmendar la plana
en a la fiesta cantar,
su pluma fluida y clara
fuente limpia cual cristal.
¡Sus coplas son soberanas!

Con versos medíos, certeros
sus coplas llenan las ramas
del árbol verdialero
qué a la Fiesta la engalana,
Andrés Jiménez, ¡Que güeno!

Villanueva de Algaida 10 de Mayo 2003

A "EL PIMPI"


A EL PIMPI
Estuve en ese santuario a la cultura y el buen gusto que es El Pimpi, presentando al güen cantaó de La Estación de Cártama “Ramoliche”, que, con las guitarras de Curro y Paco de Ronda, acababan de sacar una grabación preciosa con ocho creaciones magistrales. Ellos dieron un recital de cante y toque que los presentes, “El Palomá” lleno, agradecieron con calurosos aplausos.
Yo, antes de presentarlos, pues verseé también un poco, entre otros mi evocación a la Campanas (las de Pérez Texeira), sin hacer mención a tan valioso y acogedor lugar, algo que quise y pude subsanar porque fui invitado a dar un recital poco después por la presidenta de la A.M.E. (Asociación Malagueña de Escritores) María Victoria Verdú.

Mariví:
Ese encanto de mujer
que escribe versos preciosos,
es incansable su quehacer.
Y no soy na generoso
diciendo mil veces diez
que de sabiduría es un pozo
y de cultura también.

Gracias amigos de la A. M. E. por invitarme a uno de esos Martes maravillosos de El Pimpi, ya que así pude enderezar mi entuerto, empezando rindiendo homenaje, entregando un pergamino dedicado a ese señor PACO CAMPOS y a su, nuestro PIMPI.


Antes
Con verso y prosa bonita, sencilla,
hizo mi presentación
mi amigo PACO PADILLA
que es un poeta señor.
Que sabe y puede cantar,
tiene un libro publicáo
y versos pa treinta más.
Como las gracias no sé si te las he dáo
aquí las hago constar
hermano, ya estás pagáo
palante, no te vayas a parar
que estamos necesitáo
de tus cantes y tu rimar.

A El Pimpi
En calle Granada está
Loar quiero este aposento
Pimpi es solera, paz,
Inspiración, duende, acento,
Mágico y flamenco lar
Para darle tiempo al tiempo.
Irradia su entorno tanto arte y amistad.
Mayo 1999